Con este ejercicio, la brazada se vuelve más eficiente al reducir la resistencia.
A pesar de su extrema simplicidad, corrige muy bien los vicios de la brazada de espalda.
- Desde la posición normal con los brazos a lo largo del cuerpo, empieza por rotar nada más un lado.
- Cuando el brazo esté a la altura de la cabeza y vaya a empezar la fase de agarre, presta atención al rolido.
- Bajo el agua, dobla el codo en un ángulo de 120-130° para impulsarte con más fuerza y ganar propulsión.
Si quieres complicarlo, puedes empezar con ambos brazos apuntando al techo.