Este ejercicio mejora la brazada para hacerla más eficiente.
- Estira un brazo al frente y mantenlo inmóvil mientras nadas con el otro.
- Con la palma doblada hacia fuera en un ángulo de aproximadamente 40°, extiende el brazo activo tanto como puedas durante la fase de agarre.
- Déjalo extendido al principio del empuje, llevándolo casi exclusivamente hacia fuera hasta que la mano esté al nivel del hombro.
- Entonces, al mismo tiempo que doblas el codo, rota la mano para que apunte hacia dentro y llévala hacia el pecho. En esta fase es importante no doblar la muñeca, como si fuera una extensión del antebrazo.
- Para terminar, intenta que en la fase de recobro la mano vaya lo más directa desde debajo del pecho hacia la otra para generar la menor resistencia posible.