Aquí va nuestro tercer artículo sobre rutinas para los que no pueden dedicar más que unas cuantas horas a la semana a entrenar. La idea es combinar ejercicio físico fuera del agua con natación, de manera que lo primero prepare el cuerpo para lo segundo. La tabla que te proponemos está centrada en el trabajo de piernas. No es el ejercicio ideal para personas con problemas de rodilla. Si sientes molestias en las rodillas, o en cualquier otra parte, y todavía quieres practicar esta rutina, mi consejo es realizar movimientos cortos para no forzar las articulaciones. Para la parte del entrenamiento en la piscina vas a necesitar aletas. Empieza calentando los músculos con ejercicios de movilidad articular para la parte superior y la inferior del cuerpo. Realiza una serie de ejercicios dedicados al cuádriceps. La parte central de la tabla consiste en un circuito de cuatro ejercicios para activar todos los músculos del tren inferior. En el agua, sugerimos alternar ejercicios intensos de piernas, con o sin aletas, con natación a ritmo constante. Termina con unos estiramientos para la espalda y la parte inferior del cuerpo

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